Ya en ruta de nuevo, dejo aquí la lección aprendida en esta nueva vicisitud vivida con el P38.
La avería que me dejó en la cuneta el día 5 de diciembre con una avería seria en la caja de cambios, tubo su origen en la degradación de uno de los dos manguitos metálicos de salida en la zona de la bomba y termostato, y que conectan con los de caucho que van al radiador situado en la parte delantera.
La parte metálica de este manguito estaba rajada longitudinalmente desde la salida de la caja unos tres centímetros por la parte superior, siendo tan difícil verlo que al principio se pensó que era solo degradación de la junta.
La raja se produjo seguramente, porque los soportes de los tubos no estaban bien fijados, y al tener movimiento, el material rígido se abrió.
En la figura se ve en el círculo rojo, la zona que estaba dañada.
De haber hecho solamente los trayectos acostumbrados, no hubiera habido tanta pérdida, y tarde o temprano habría visto mancha en el suelo del garaje. Pero al haber estado haciendo trayectos de autopista a alta velocidad, no le di tiempo.
Como dicen en México: "Cuando no te toca, ni aunque te pongas... y cuando te toca, ni aunque te quites".