Bueno, el año ha terminado con el Pé haciendo una excursión al taller en grúa.
Hace dos meses tuve un leve accidente de tráfico urbano, pero errores en la gestión de recambios del concesionario, o de la propia marca, me han tenido sin el coche de diario todo ese tiempo.
Tampoco tenían coche de substitución, así que estuve utilizando el P38 para ir a trabajar durante esas semanas. 800 km de autopista semanales, a ritmos legales y sin estorbar a nadie, aguantando el tipo como un campeón para asombro de muchos.
Sin embargo, el dia 5 de diciembre se alinearon los planetas para que la cosa terminara mal:
Sobre las 6 de la mañana pasé sobre una balsa de gasoil que un camión acababa de dejar en la calzada. Imagino que se debió quedar dormido y topó con algún saliente del guarda-rail de la mediana. Hizo un poco la bailarina cuando pasé por encima del charco, y seguramente si voy con otro coche el susto hubiera sido mayor.
A las 3, cuando salimos, hablando en el parking, un compañero me dice que tengo el coche "pringoso" por detrás... doy por hecho que es por el incidente de la mañana y no se me ocurre mirar nada más... y 80km después, el desenlace.
Mientras circulo por el carril de la izquierda adelantando, noto como si me saltara la marcha y chasquidos metálicos, piso embrague, suelto, acelero, no gano velocidad... lo dejo en punto muerto y me sitúo como puedo en el arcén aprovechando la inercia, hasta detenerme por completo. El motor suena perfecto, no hay avisos en el cuadro... piso embrague, intento poner las marchas... entran, no hay más chasquidos pero el coche no avanza. No se mueve.
Después del puente y cuando los mecánicos pudieron mirárselo con cariño, vieron que era el aceite de la caja de cambios lo que lo impregnaba todo. Estaba completamente seca. La transfer parece que está bien, pero habrá que ver, empezaremos por desmontar la R380 y cambiarla. El compañero Miquel, de Olesa de Montserrat me ha regalado una, así que pasadas las fiestas, empezaremos por cambiarla y ver si no hay más componentes afectados. Por ahora, es un misterio saber por dónde se ha ido el aceite.
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